Desde el inicio de su desescalada, en junio, México ha realizado grandes avances en materia de reaperturas, de nuevas aperturas y también de reactivación del movimiento turístico nacional e internacional. Pero el impacto del COVID-19 ha sido muy grande en el país, en la región y en el mundo, y la reactivación se está consolidando a paso lento.
Aunque mes tras mes se verifica una mejora, los números todavía están en rojo. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en septiembre pasado arribaron a México 1,8 millones de turistas no residentes, lo que significa una caída del 37,9% en relación a los más de 3 millones registrados en el mismo mes de 2019.
Fuente: Inegi
Más en detalle, el organismo subrayó que el principal descenso, de un 59,4%, se verificó en los turistas que llegaron por vía aérea. El año pasado habían sido algo más 1 millón de personas; en 2020 fueron 427.462. Asimismo, los turistas fronterizos decrecieron un 30,2%, llegando a 1,2 millones de viajeros.
En total, el número de visitantes internacionales (que incluye a los turistas) fue de 3,4 millones, casi la mitad que en 2019, cuando fueron 7 millones.
Paradójicamente, estos números de septiembre, claramente negativos, significan una mejora en relación a los dos meses anteriores. Vale recordar que el desplome fue del 66,6% en julio y del 62,2% en agosto, y desde el Gobierno explican que el hecho de que esa desaceleración sea tan gradual está vinculado a que la desescalada se está produciendo de acuerdo a la evolución de la pandemia, que se refleja en el sistema de “semáforo sanitario”.
Fuente: Inegi
Desde luego, esa caída en cantidad de visitantes repercute severamente en las divisas. México perdió en septiembre el 56,7% de sus ingresos por turismo, ya que los viajeros internacionales dejaron en el país US$ 545 millones durante ese mes contra US$ 1.257,4 millones de 2019.
Asimismo, el gasto medio de cada turista también bajó: pasó de US$ 201,4 el año pasado a US$ 177,57 este septiembre, lo que se traduce como una baja del 11,8%.
El turismo mexicano, que aporta el 8,7% del PIB nacional, recién estaría alcanzando su recuperación en 2023, según lo estimó el propio secretario de Turismo federal, Miguel Torruco Marqués. En el caso de que la situación epidemiológica se mantenga en progreso y se llegue a fin de año en “semáforo amarillo”, el país culminaría 2020 con la ocupación hotelera en el 42,8%.
Para incentivar esta reactivación, el Gobierno mexicano presentó el 23 de julio pasado unplan que incluye una línea de crédito de MEX$ 11.400 millones (más de US$ 560 millones), a una tasa máxima del 13,5%, destinada a los establecimientos de alojamiento.
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