Tras siete meses y medio sin visitantes, el monumento más emblemático del Antiguo Perú hizo una llamada global para que los turistas vuelvan a maravillarse con la joya arquitectónica de los incas enclavada en las montañas de Cusco, sin temor a aglomeraciones y con las mayores prevenciones para evitar contagios por el coronavirus.
Su reapertura fue a lo grande, con una inédita iluminación que exaltaba la majestuosidad de sus estructuras en mitad de la oscuridad y de la lluvia, y con sus muros como un lienzo sobre el que se proyectaron distintos efectos, como cataratas de agua que caÃan por sus diferentes niveles.
El icono más famoso de Perú recibió el sello Safe Travels que otorga el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC).
"Machu Picchu se reabre para decir que lo estamos reactivando con responsabilidad y suma prudencia, para que cuando el mundo piense en volver, nos tenga en la mente y sepa que Machu Picchu es un destino seguro", expresó la ministra.
Durante las últimas semanas se ha trabajado en un protocolo para reactivar de manera segura Machu Picchu, la joya del sector turÃstico de Perú, por cuyo recinto, de plazas grandes y pasillos angostos, pasaban hasta 5.000 personas en años anteriores.
Esos atascos de turistas en hora pico tardarán en volverse a ver en Machu Picchu, cuya nueva normalidad hará todavÃa más exclusiva la visita a la ciudad más universal de los incas.
Ahora solo habrá lugar de momento para un máximo de 30% de los turistas que entraban antes de la pandemia, lo que significa 675 visitantes por dÃa, con un lÃmite por hora de 75 turistas.
La mascarilla será de uso obligatorio durante toda la visita y los grupos están limitados a un máximo de siete personas, quienes deberán mantener durante toda la visita una distancia de dos metros entre miembros del mismo grupo y 20 metros con otros grupos.
Sector golpeado
La reactivación de Machu Picchu era ansiada por los operadores turÃsticos, cuyo sector fue duramente golpeado por el confinamiento en el que se sumergió el paÃs desde mediados de marzo. Se estima que la economÃa de Perú sufra un retroceso que alcance el 12% de su producto interior bruto (PIB) al cabo de 2020.
Con el emblema turÃstico de Perú de nuevo en marcha, este sector que generaba a nivel nacional unos 5.500 millones de dólares en divisas, espera el impulso definitivo para volver a echar a andar. "Es el primer paso", dijo la ministra Barrios a Efe.
Los turistas internacionales tardarán un poco más en llegar, pues recién en octubre Perú reabrió sus fronteras aéreas y, tras estar suspendidas durante seis meses, reanudó rutas regulares con siete paÃses de Latinoamérica (Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Panamá, Paraguay y Uruguay).
A partir de noviembre hará lo propio con otros paÃses como Argentina, Brasil, Estados Unidos, México y Canadá.
Todos los turistas que lleguen procedentes de esos destinos deberán presentar a su llegada una prueba PCR con resultado negativo realizada menos de 72 horas antes de tomar el vuelo, asà como una declaración jurada de salud con su itinerario y el compromiso de advertir si tienen algún sÃntoma.
Perú está flexibilizando restricciones y reactivando el turismo mientras deja atrás la primera ola, que le posicionó como uno de los epicentros de la pandemia, al acumular más de 900.000 contagios y más de 34.000 muertos, lo que le hace tener la tasa de mortalidad más alta del mundo, con 105 decesos por cada 100.000 habitantes.
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