United perdió US$ 5.172 millones en 2020, pero consiguió financiamiento

Este jueves 14 de octubre, la aerolínea estadounidense United Airlines dio a conocer sus resultados financieros del tercer trimestre de 2020, en el que verificó pérdidas por US$ 1.841 millones, que muestran la profunda caída en relación a los US$ 1.000 millones de ganancia del mismo período de 2019. Estos datos se ubican por debajo de las ya de por sí negativas expectativas del mercado: los analistas estimaban cerrar con una pérdida en torno a los US$ 7 por acción, pero finalmente fue de US$ 8,16.

Desde luego, las cifras muestran el fuerte y persistente impacto de la pandemia en la industria, ya que desde el segundo trimestre United comenzó a reactivar sus operaciones, e incluso en agosto ya planeaba volar el 40% de la red cubierta antes del COVID-19. Mientras que en los primeros nueve meses del año tuvo un 65% menos de pasajeros, entre julio y septiembre perdió un 77%.

En total, entre enero y septiembre la aerolínea perdió US$ 5.172 millones en términos netos, lo que significa un fuerte contraste contra el beneficio de US$ 2.368 millones en el mismo período del año anterior.

En este contexto, durante el tercer trimestre los ingresos por pasajero se desplomaron un 83,6% hasta los US$ 10.613 millones; y los ingresos totales retrocedieron hasta los US$ 2.490 millones (en 2019 había facturado US$ 11.380 millones).

Y esto a pesar del fuerte paquete de ayuda financiera que el Gobierno de los Estados Unidos dispuso para paliar la situación del sector. Vale recordar que tras fracasar las negociaciones en Washington para renovar esa asistencia, la empresa anunció el despido de 13.000 trabajadores.

Sin embargo, United anunció también que logró asegurar un financiamiento por US$ 22.000 millones, a través de la emisión de deuda. Al respecto, el consejero delegado de United, Scott Kirby, afirmó: “Hemos ejecutado de manera exitosa nuestra estrategia inicial por la crisis y estamos listos para pasar la página tras siete meses en los que hemos debido implementar medidas duras y dolorosas, como la suspensión de empleo de 13.000 miembros del equipo, para sobrevivir a la peor crisis financiera de la aviación en la historia”.