Desde 2001 a la fecha, la corte migratoria de Nueva York concedió el 40% de las peticiones de asilo del país entero. Pero la tasa de rechazo ha aumentado dramáticamente. En 2016, el último año de la presidencia de Barack Obama, sólo el 15% de las solicitudes fueron negadas, mientras que en 2019 fue el 44%.
El resto del país también ha visto un aumento en el rechazo a las peticiones de asilo, pero no tan marcado. Desde que Donald Trump asumió la presidencia en 2017, pasó del 69% al 74%.
Ana, una migrante hondureña que huyó de la violencia en su país y buscó protección en Estados Unidos, ha vivido este cambio de primera mano, según ha explicado al medio citado.
Cuando acudió a su cita migratoria en Manhattan, un juez tras una pantalla electrónica le dio tres meses para preparar una apelación. A pesar de que le dijo que su hijo y su esposo habían sido asesinados por una pandilla, con lágrimas en los ojos, y que ésta seguía amenazándola, el juez concluyó que podía deportarla.
Por la cantidad de casos que se reciben en Nueva York, el cambio está afectando el promedio nacional. Y no hay una sola explicación para este aumento de más de siete veces en la negación del asilo.
Por un lado, los jueces parecen más dispuestos a negar las peticiones de migrantes que provengan de México, El Salvador, Guatemala y Honduras: cuatro de cada cinco casos de estas nacionalidades fueron rechazados en 2019.
También influye que muchos de los jueces con más tiempo en la corte han comenzado a retirarse. Los que han sido nombrados recientemente por el Departamento de Justicia tienen un perfil distinto: antiguos agentes de Inmigración y militares, según datos del sistema TRAC de la Universidad de Syracuse.
Otra razón tiene que ver con la presión que ha ejercido el Departamento de Justicia del presidente Trump.
Por ejemplo, se ha pedido que se procesen los casos con mayor velocidad, lo que acorta el tiempo que tienen los migrantes para presentar sus casos. Y los jueces nuevos son particularmente vulnerables a esta presión, ya que en sus evaluaciones pesa el número de casos que han completado, poniendo en riesgo su permanencia.
Aun así, Nueva York ha concedido asilo a más personas que las tres cortes que le siguen en casos aprobados, San Francisco y Los Ángeles, en California, y Arlington, Virginia.
Aunque todos los jueces de inmigración deben regirse por los mismos criterios, impuestos por el Departamento de Justicia, hay cortes, como las de Louisiana y Georgia, donde casi todas las solicitudes son negadas.
Solo tres cortes de inmigración en Chicago, Nueva York y San Francisco tienen una tasa de rechazo menor al 50%, según un análisis de las cortes con más de 500 solicitudes resueltas en 2019.
@eldiariony
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